jueves, 20 de junio de 2019

Alimentación para la buena Memoria

Los nutrientes actúan sobre la capacidad intelectual, podemos elegir e incorporar en nuestra alimentación aquellos alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y aminoácidos necesarios para pensar mejor.


El cerebro es el órgano más graso del cuerpo; un 60% está formado por lípidos.
Los científicos creían que comer grasa no provocaba prácticamente ningún efecto sobre el funcionamiento de los cerebros adultos y que ésta sólo era esencial para los cerebros en desarrollo de los niños, como así también que la única posibilidad de crear un gran cerebro se acababa con la adolescencia, porque a partir de esa edad el cerebro era incapaz de seguir desarrollándose. Nuevas investigaciones aportan nueva información respecto a que las neuronas pueden seguir creciendo y expandirse durante todas las edades, incluso cuando se es adulto y adulto mayor.

La grasa que ingiera puede cambiar la configuración de las células cerebrales. Todo depende del tipo de grasa que se coma, los efectos nocivos de las grasas saturadas pueden llegar a cambiar el funcionamiento de las células cerebrales, hasta su misma forma, y también parece que son acumulativos, así cuantos más años se haya seguido una dieta alta en grasas saturadas, tanto más grave será el riesgo de disminuir el nivel de inteligencia. Para mantener el equilibrio es necesario brindar al organismo la proporción óptima de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales.
Los Omega-3 son ácidos grasos esenciales, importantes para la buena salud, pero el cuerpo no puede producirlos por sí solo, de tal manera que los debe obtener de los alimentos. Lo encontramos en pescados de agua fría, incluyendo el atún, el salmón y la caballa, los vegetales de hoja verde, aceite de chía y oliva, semillas de lino, girasol, calabaza y ciertos aceites vegetales. La semilla de Chía es la fuente vegetal más rica de ácido graso omega-3.

Alimentos para mejorar la memoria y la concentración:

Nuez: fruto eficaz para mejorar el rendimiento intelectual por su alto contenido en fósforo.

Almendra: fruto que proporciona minerales para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.

Avena: posee vitamina B1 cuya carencia produce irritabilidad, contiene avenina -un alcaloide relajante- Excelente para combatir la fatiga intelectual.
Germen de trigo: por su contenido en vitaminas del grupo B y E, alimento indispensable para la memoria.

Alimentos perjudiciales:

Azúcar blanco:
causan en exceso hiperactividad y nerviosismo.

Grasa saturada: estas grasas y los ácidos grasos "trans" producen alteraciones en la salud vascular cerebral, producen efectos perniciosos sobre la memoria y el aprendizaje.

Alcohol: origina deterioro del sistema nervioso, pérdida de concentración e inestabilidad emocional. Rompe las conexiones neuronales, efecto semejante a la anestesia química.

Proteínas: una ingesta excesiva de proteínas -especialmente de carne roja y queso curado- reduce la producción de triptófano y serotonina lo que produce elevado grado de excitación en el sistema nervioso.


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