¿Sabías que desde el siglo XI los europeos reclamaban el consumo de ciertos productos, ya que se habían acostumbrados a estos por su contacto con Oriente, durante las Cruzadas?
Las especias se convirtieron de esta manera en el bien preciado de Europa. La ruta para llevar estos productos era conocida como la de las especias. A partir de éstas se realizaron grandes transacciones comerciales entre Oriente y Occidente. Cuando Constantinopla cae en poder de los turcos, queda cortada la comunicación entre Europa y Asia surgiendo la necesidad urgente de encontrar nuevas rutas hacia Oriente. En siglo XIV hubieron muy malas cosechas, enfermedades, guerras, salteadores, climas desfavorables y una gran demanda de productos. Todas éstas circunstancias hicieron que se encarezca el precio de estas mercancías.
Ahora bien ¿Por qué estos productos eran tan importantes? Porque Europa tenía grandes problemáticas para conservar frescos los alimentos, especialmente la carne, y se consumían a veces en un estado tal que no eran nada agradables al paladar. Por esto puntual era la importancia que tenían estas especias, como la canela, el clavo, la pimienta, la nuez moscada, el jengibre y otras tantas, ya que ayudaban a aromatizar el producto haciéndolo más comestible y gustoso. También se conocían sus propiedades para uso medicinal como las antisépticas, estimulantes para la digestión, etc.
Fueron el motor del desarrollo de nuevas rutas terrestres y sobre todo marítimas.
En la actualidad son productos muy buscados por los amantes de la buena gastronomía, dando a los platos sabores únicos y característicos que solo un buen Chef sabe aprovechar.